Como sentirse mejor durante la quimio
Vivir en medio de una pandemia tiene muchísimas desventajas pero la conexión online no es una de ellas, y cuando vives situaciones drásticas en la vida das gracias por al menos poder estar conectado.
Hace unos tres años sufrí un cáncer de mama como miles y miles de españolas cada año.
Cuando fui a la primera revisión de la mutua el médico que me atendió me recomendó que no buscara información online sobre mi enfermedad y la verdad es que le hice caso. Decía que hay mucha información verídica pero otra que no lo es tanto y que eso podría llegar a agobiarme.
Ahora que lo miro con la distancia le tengo que dar la razón. Se lleva peor la parte psicológica de la incertidumbre y las vueltas que le das a la cabeza que la enfermedad en si con su quimio, revisiones, pruebas y consultas.
En su momento recuerdo que me pilló con todo el tratamiento en primavera verano y no me planteé hacerme una peluca, ni me tatué las cejas, ni me maquillé para que no se notaran tantos los efectos temporales que provoca la quimio.
No me arrepiento de cómo hice las cosas ya que me limité a usar gorros oncológicos, pañuelos o bandanas y poco más, pero ahora con la perspectiva del tiempo pienso que igual si hubiera hecho algunas cosas un poco diferentes me habría sentido mejor conmigo misma cuando me miraba al espejo.
No me afectó demasiado cuando mi marido me rapó la cabeza con su máquina de cortar el pelo delante de mis hijos como un juego para que no les chocara tanto. Realmente solo me había dado una sesión de quimio cuando lo hice y no me vi mal con el pelo rapado.
En ese momento me limité a comprarme unos gorros oncológicos en distintos colores y eso fue todo lo que use durante el proceso de la quimio. Recomiendo comprar unos finos para por las noches porque aunque os parezca extraño notas frio en la cabeza incluso en verano.
Recuerdo que lo compré online un día a las 7 de la tarde más o menos y al día siguiente por la mañana estaba en casa. Me pregunté: ¿Cómo es posible que puedan repartir tan rápido? Realmente lo pedí unos días antes de raparme la cabeza por temor a que tardara en llegar y sin embargo al día siguiente ahí estaba.
Agradecí inmensamente ese servicio tan rápido porque en esos momentos que le das vueltas a todo en la cabeza el que me llegara el pedido tan rápido me dio una cierta tranquilidad pensando que si necesitaba algo de forma urgente en esos momentos podía estar segura de que lo tendría en muy poco tiempo.
En ese momento no me planteé ponerme una peluca porque mis hijos eran pequeños y me había rapado el pelo delante de ellos precisamente para dar normalidad al asunto haciéndolo a la vez su padre y yo (como él lo lleva normalmente rapado creo que ayudó a darle cierta normalidad al suceso). Pero con el paso de los años me he dado cuenta de que el menor de mis hijos era muy pequeño para entender que la caída del pelo posterior no es por la enfermedad sino por el tratamiento.
Actualmente cuando comento que me voy a cortar el pelo mi peque se asusta y me pide que me lo deje largo. Ahora mismo escribiendo estas letras se me vienen las lágrimas a los ojos porque me doy cuenta de que para mi chiquitín fue más duro de lo que pensé en ese momento. Seguramente si en lugar de ponerme un gorro oncológico me hubiera puesto una peluca de pelo natural el peque lo habría visto como algo más normal y ahora mismo tres años después no asociaría tanto el que me vaya a cortar el pelo con que vuelva a estar enferma.
Esto es lo que pienso en este momento pero supongo que la experiencia de cada una es diferente. No sé si en ese momento la hubiera aguantado puesta porque me pillo en pleno verano pero seguramente si me hubiera puesto una bonita peluca y me hubiera tatuado las cejas, me vería mejor y no pasaría corriendo las fotos de ese verano cuando aparecen en Google fotos porque veo un rostro hinchado por la quimio (cosa normal) pero a la vez inexpresivo por no tener cejas ni pestañas.
Cada persona es un mundo y cada uno afrontamos estas situaciones de forma diferente. Yo en su momento usé la negación como forma de escape, hice las vacaciones como todos los años y salí más que nunca para estar todo lo posible con mis amigas y mis hijos al aire libre, por lo que tengo muchas fotos con ellos de aquella época. Seguramente si me hubiera arreglado un poco más no me sorprendería tanto de mi aspecto al ver las fotos actualmente.
No solo hablo de ponerme una peluca o usar un gorro bonito, sino de tatuarse las cejas, poner un eyeliner para compensar la falta de pestañas y dar un poco de maquillaje para dar más alegría a la mirada. Pero eso lo pienso ahora con el paso de los años y mucha perspectiva recordando desde la distancia en el tiempo. En su momento ni lo pensé.
Cuando enfermé era joven y no había conocido a nadie cercano con cáncer. Supongo que después de pasarlo me fijo mas y me doy cuenta de que cuando la gente se pone un peluca de pelo natural, un bonito gorro oncológico, se tatua las cejas, se aplica un poco de maquillaje o eyeliner en los ojos, o incluso unas pestañas postizas, ella misma se siente mucho más guapa independientemente de lo que piense la gente de alrededor.
Tengo que deciros que todo pasa, no os desaniméis, hacer caso a los médicos y cuando os den el tratamiento aunque no tengas ganas de comer, come, porque es necesario para poder seguir administrando el tratamiento.
Cuando pasen los efectos de la quimio antes de la siguiente dosis sal de excursión y disfruta todo lo que puedas, disfruta de tus familia y no te dejes llevar por los malos pensamientos.
Es mucho peor lo que piensas que puede pasar que lo que pasa realmente.
Lo peor de esta enfermedad no lo provoca la enfermedad en si sino nuestros propios pensamientos negativos, y recuerda que de todo se sale. El tratamiento de la quimio es duro pero si entre dosis y dosis vives todo lo que puedas se pasará mucho más rápido.
En cuanto te encuentres bien sal de casa, pasea y disfruta y veras como sin darte cuenta lo dejas todo atrás, y con el paso del tiempo solo será un mal recuerdo con revisiones rutinarias de vez en cuando y todo la vida por delante.
Llora todo lo que tengas que llorar los primeros días, y después come come y come, para que te puedan dar todo el tratamiento y tener todo la vida por delante.
Y recuerda, para atrás ni para coger impulso.
Mucha fuerza.
Besitos amores.
Zoraida.